Lamentable estado de los alrededores de nuestras futuras viviendas

Buenos días a tod@s,

La semana pasada sé público la siguiente noticia en Diario de Jerez. Invasión de ratas en la calle Grecia. Es algo evidente que los alrededores a nuestras viviendas son lamentable. Las calles tienen un alumbrado deficiente, hay boquetes, suciedad en las calles, escombreras junto a nuestras vivienda y ahora encima ratas. Creo que es momento de pedirle explicaciones al ayuntamiento del estado de las calles. Supongo que el ayuntamiento puede hacer algún tipo de presión a los propietarios de las parcelas colindantes para que procedan a la limpieza de las mismas. Sería interesante publicar algún articulo en el periódico que hiciera referencia a está lamentable situación, ya que el ayuntamiento hace publicidad de los puntos de reciclaje móviles que sitúa en la ciudad y no sanciona aquellas personas que dejan los escombros frente a nuestras viviendas.

Dentro de unos meses, cuando nos entreguen nuestras viviendas, empezaremos a pagar los impuesto que en teoría servirán para pagar el alumbrado de nuestras calles, limpieza………… que ahora mismo brillan por su ausencia. Esperemos que las quejas de los vecinos colindantes surtan efecto y el ayuntamiento se ponga las pilas.





Invasión de ratas en la calle Grecia
Los vecinos de residencial Jerez Sur, entregado hace unos meses, están sufriendo una plaga • La escombrera situada frente a sus casas, además de la falta de luz, atrae a todo tipo de roedores a la zona
MIGUEL CURTIDO / JEREZ | ACTUALIZADO 31.07.2008 - 11:49

Algunos de los vecinos afectados posando en la calle afectada por la escombrera que se encuentra enfrente de sus casas.
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¿Ve ratas sólo en las películas? Esto no es lo que les pasa a los vecinos de residencial Jerez Sur, situado en la calle Grecia, que se han empezado a familiarizar con estos roedores por la cantidad de ellos que están surgiendo en la escombrera que tienen a unos catorce metros de sus casas y que lleva camino de convertirse en un serio problema para el nuevo vecindario.

La calle, que no tiene todavía suministro eléctrico, se ha convertido en una especie de territorio prohibido para los que allí viven. La espera de una respuesta por parte de la delegación de Medio Ambiente se hace larga cuando día a día tienen que convivir viendo a ratas, serpientes y ratones. "Cada vez hay más ratas, en una noche se pueden contar hasta cuarenta. Ratas en muchos casos preñadas que están provocando que la población de estos animales aumente en tiempo récord", señala Artemi Chulián, presidente de la comunidad.

El problema surgió cuando dieron las casas de la segunda fase de la promoción, el pasado mes de diciembre. En un principio la escombrera no afectaba a nadie hasta que los vecinos empezaron a mudarse para vivir allí. Además, un descampado cercano fue objeto de limpieza, lo que provocó que los roedores se mudaran a la escombrera cercana a las viviendas. "La zona con escombros ha provocado que las ratas busquen comida en la basura y así están alimentadas", comenta uno de los vecinos afectados por la plaga, Sergio Betanzos.

Ahora se ha agravado la situación puesto que los obreros de la tercera fase ven en el descampado -siempre según los vecinos- el lugar perfecto para tirar los restos de azulejos, cemento o ladrillos. Una zona poco iluminada, con plantas y basura, que hacen de la escombrera el hábitat perfecto para estos roedores.

"Me da miedo cuando veo por las ventanas que cada vez hay más ratas en esta zona. Esos animales traen muchas enfermedades y no deberían estar tan cerca de nuestras viviendas", afirma Paqui Creones, otra vecina afectada.

Las ratas se reproducen y lo hacen a una velocidad vertiginosa. "Además de las numerosas ratas que se ven preñadas, incluso han llegado a verse crías rondando el contenedor de basura", comenta otro vecino de la zona, Roberto García.

Los roedores salen fundamentalmente por la noche y a primera hora de la mañana, pero no es nada raro que se puedan ver a plena luz del día. "El otro día pude comprobar como algunos niños tiraban piedras a las ratas por la tarde. Eran ratas muy grandes, roedores como canguros que no se asustan ni siquiera si les atacas", sentencia Juan García, un vecino cuya vivienda colinda con la calle afectada.

La situación es tal que a los vecinos del entorno les da miedo tirar la basura en el único contenedor que existe en toda la calle. Incluso las ratas, que cada vez son más, están empezando a buscar comida en el interior de la urbanización. "He podido ver salir y entrar ratas al parque de dentro, donde juegan los niños", afirma Roberto García.